Esta madrugada del 12 de Agosto, nos ha dejado el Capitan.
La pena de vivir, el dolor de la vida, el miedo a recaer en lo mas oscuro y profundo de nosotros mismos, se lo ha llevado por delante. El Capitán, ha perdido esta batalla.
Pero no hemos de desesperar ni de dejarnos vencer, no hemos de permitir que sea esta la imagen final que nos acompañe, que se apodere de nuestra alma.. en absoluto.. porque el capitán, nuestro capitán, nos dio durante toda su vida, una increíble y magnifica lección: que la risa, la alegría, el niño interior que todos llevamos dentro, la inocencia, la creatividad, son el arma más poderosa contra la oscuridad y la sombra que nos acecha, contra el dragon que nos asusta desde el interior de nuestra alma, contra el saboteador interior que nos dice que no seremos capaces, que no valemos nada, que volveremos a fallar…
.¡No! ¡De ninguna modo!..Nuestro Capitan nos enseño durante toda su vida, como la risa y la alegria nos permiten superar a ese monstruo que nos acecha desde las profundidades, que podemos elevarnos ligeros, como Peter Pan cuando pensamos en algo alegre, cuando recordamos, con amor, quienes somos, y lo maravillosa que es la vida con aquellos que nos aman y a los que amamos, a pesar de todas sus pequeñas inconveniencias… que merece la pena levantarse cada mañana y gritar «Goooooooddd Morning, Vietnam!!!!», a pesar de que estés en medio de una guerra…. que no hay mas realidad que la que vives ahora, «¡¡¡¡¡Carpe Diem!!!!!», que aquello que te paso, «no fue culpa tuya, Will»….. y que lo peor que nos puede pasar es querer matar al niño que todos llevamos dentro, que nos gane la partida nuestro particular Garfio, ese al que siempre le asusta el tiempo, y que quiere llenar nuestra vida de orden y disciplina hasta que nos ahoguemos en nuestra propia inmovilidad interior….
Se nos ido nuestro Capitan, pero no hemos perdido la guerra. Esta vez, el viejo Capitan no ha tenido fuerzas para ganar esta batalla, y el dragón que hace hace años que le esperaba, se ha cobrado su venganza. Garfio esta hoy de celebración, pero ignora que la suya sera una celebración corta, porque somos miles, millones de niños perdidos, los que ya estamos afilando nuestros puñales y nuestras espadas, hechas del metal de la alegría y forjadas con el fuego de la inocencia, con toda la fuerza de nuestras almas, para volver a levantar el vuelo, y presentarle batalla una vez mas….
No importa que nuestro Capitan haya perdido esta batalla; él ya esta recuperandose de sus heridas en el Pais de Nunca Jamas, tomando la segunda estrella a la derecha, y volando hacia el amanecer, y muy pronto, antes de darnos cuenta, volverá una vez mas, preparado para enseñarnos a ser, de nuevo, poetas muertos…
Podrán echar al sr. Kitting de la escuela, pero el siempre estará en nuestros corazones, siempre sera nuestro capitán….
«Oh Capitan, mi Capitan…..»