Hoy quiero hablaros de una expresión acuñada por la psicologia para definir aquellas actitudes, habitos, formas de actuar, etc..en las que nos encontramos mas cómods. Este conjunto de comportamientos, por decirlo de un modo amplio, son denominados «zona de comfort» por la psicología. Por poner un ejemplo, parte de nuestra zona de comfort es actuar del modo en que normalmente solemos hacerlo cada dia por la mañana: nos levantamos, realizamos nuestra rutina de higiene personal, nos vestimos, desayunamos (o no, segun cada uno..), etc… No necesitamos hacer nada «especial» ni nuevo para ello. Lo tenemos interiorizado.
Ahora, para introducir un nuevo concepto imaginaos lo siguiente: os levantais de pronto porque el despertador suena terriblemente fuerte!!…son las…4 de la mañana???..¿¿que esta pasando??…vuestros ojos hinchados, malhumor o una sensación de cansancio y somnolencia al tiempo que cierto shock…ois ruidos extraños, y os levantais de la cama…pero…no reconoceis el cuarto en el que estais…¿pero que es esto??..¿donde estoy?..localizais en la semioscuridad algo que os parece una puerta…pero no tiene picaporte!!…umpsffsfsfd!!!!…estoy seguro de que, a esta altura de la descripción, más de uno/a se ha sentido agobiado solo de imaginarselo, ¿verdad?..
Este es un pequeño ejercicio, que os situa, imaginariamente, en vuestra zona de aprendizaje, pero en este caso, de un modo un poco extremo. Por definición, y como diria una amiga mía, por lógica sencilla, la zona de aprendizaje es aquella zona formada para aquellas situaciones para las que no tengo respuesta previa, es decir, situaciones para las que no tengo «grabada» una respuesta automatica en forma de comportamiento, o simplemente que no se que son. Al no «saber», la única solución que tengo es «aprender». Si la distancia entre lo que «ya se» y lo que «tengo que aprender» es muy grande y, por decirlo así, tengo que aprenderlo muy rápido o bajo presión, entonces me he situado( como en el ejemplo que os he puesto) en la llamada «zona de panico», que es la parte más extrema o más alejada de mi zona de comfort.
Todo esto nos sirve para entender que siempre, lo que nos da miedo es precisamente, aquello que no sabemos, es decir, aquello que deberiamos aprender. ¿Porque?..porque, por definición, lo que no se, me situa en mi zona de aprendizaje, y por tanto, me coloca en un territorio en el que me siento inseguro/a. Ese miedo que sentimos ante lo desconocido, es un mecanismo del defensa del alma adulta, que tiende a identificarse con lo que ya sabe, en lugar de identificarse con el proceso de aprender.
Por eso es muy importante ejercitarse personalmente en superar dichos miedos, que son los que nos advierten de que estamos en zona de aprendizaje. Si, por ejemplo, aprendemos a percibir nuestro miedo, y a convertirlo en algo así como una «señal de tráfico» que nos dice donde estamos y lo que tenemos que hacer, podremos convertir nuestro miedo en algo positivo.
También es importante que sepais, que este miedo es el que surje, en forma de malestar, discusiones y finalmente separaciones, respecto a nuestra pareja, o a cualquier otra persona con la que tengamos una relación. Nuestra psique, nuestra alma, detecta algo que «no le gusta», es decir, algo que la situa fuera de la zona de comfort. Pero nuestra cultura nos ha enseñado a «juzgar» y «evaluar» lo que no nos gusta, y eso nos impide crecer, ya que simplemente tendemos a rechazar «aquello que no nos gusta», en lugar de valorarlo, aprender de ello, e incorporarlo como una riqueza a nuestro bagaje personal. En todas nuestras relaciones, y en especial, en las relaciones de pareja, es especialmente importante aprender a valorar la diversidad, es decir, aquello que es distinto de mi, de mi forma de actuar, porque es precisamente eso lo que nos hace crecer como seres humanos.